¿Por Qué el Real Decreto 666-2023 Está Poniendo en Riesgo a Nuestros Perros en España?
El Real Decreto 666-2023, aprobado por el Gobierno de España y vigente desde el 2 de enero de 2025, pretendía regular el uso de antibióticos para perros y otros animales para combatir las resistencias bacterianas. Sin embargo, lo que hemos visto es un caos que afecta a veterinarios en España, pone en peligro la salud de mascotas y despierta la furia de miles de dueños. Lejos de ser una solución, esta ley de antibióticos para animales ha creado una burocracia asfixiante que prioriza el papeleo sobre la vida de nuestros perros. En este artículo, desglosamos por qué esta normativa está generando una crisis nacional y cómo está impactando el bienestar animal en todo el país.
Una Ley que Amenaza la Salud de Mascotas
El Real Decreto 666-2023 ha transformado la forma en que los veterinarios en España recetan antibióticos para perros. Antes de esta norma, un profesional podía diagnosticar una infección y actuar de inmediato con el tratamiento para perros adecuado. Ahora, las cosas han cambiado drásticamente. Los veterinarios deben realizar un cultivo bacteriano, enviar las muestras a un laboratorio y esperar los resultados, un proceso que puede tomar días o incluso una semana en zonas rurales donde los recursos son escasos. Además, cada paso debe registrarse en el sistema Presvet, una plataforma digital que muchos critican por su lentitud y fallos constantes. Mientras tanto, los perros sufren, las infecciones avanzan y, en demasiados casos, mueren.
Un ejemplo claro ocurrió en Galicia, donde un perro perdió la vida porque el antibiótico llegó tarde. Este no es un caso aislado; clínicas de todo el país reportan situaciones similares. Los profesionales veterinarios están desesperados, viendo cómo sus pacientes empeoran mientras el Gobierno se cruza de brazos. ¿Cómo es posible que una infección tratable se convierta en una sentencia de muerte solo por retrasos burocráticos? La salud de mascotas está en juego, y esta norma parece más un obstáculo que una ayuda. Los dueños, impotentes, se preguntan por qué sus animales tienen que pagar el precio de una ley mal diseñada.
Microchip o Nada: El Lado Cruel de la Norma
El Real Decreto 666-2023 no solo complica los tratamientos; también añade una regla que muchos consideran inhumana. Si un perro no tiene microchip, no puede recibir antibióticos para perros a menos que esté en estado crítico, al borde de la muerte. Esto deja fuera a perros callejeros, animales abandonados o aquellos recién rescatados por personas compasivas. Imagina un perro con una pata infectada llegando a una clínica: el veterinario sabe qué hacer, pero la ley lo obliga a esperar o a dejarlo sufrir. Es una norma que castiga a los más vulnerables, y los refugios, ya al límite, no pueden manejar el aumento de casos críticos.

Esta regla también afecta a dueños que, por descuido o falta de recursos, no han microchipado a sus perros. Los costos de cumplir con estos requisitos son altos: trámites, pruebas, visitas extras. Para muchas familias, esto convierte el cuidado de perros en un lujo inalcanzable. El bienestar animal, lejos de mejorar, se deteriora bajo una ley que parece ignorar la realidad de miles de hogares y protectoras en España.
Veterinarios en España: De Héroes a Esclavos del Sistema
Los veterinarios en España son el pilar del bienestar animal, pero esta ley los está quebrando. Antes del Real Decreto 666-2023, podían confiar en su experiencia clínica para decidir el mejor tratamiento para perros. Ahora, están atrapados en un sistema que los convierte en burócratas. Enviar muestras a laboratorios saturados, lidiar con retrasos y rellenar formularios interminables no es practicar veterinaria; es perder tiempo valioso mientras los pacientes empeoran. El reloj corre contra los animales, y los profesionales no pueden hacer nada al respecto.
Los colegios veterinarios han alzado la voz, advirtiendo que esta norma no solo es impracticable, sino que pone en riesgo la salud pública. Retrasar los antibióticos para perros puede agravar infecciones, aumentando las resistencias bacterianas que el Gobierno dice querer evitar. Sin embargo, las autoridades ignoran estas advertencias, aferradas a un discurso vacío sobre sostenibilidad sanitaria. El resultado es devastador: muchos profesionales veterinarios están agotados, desmotivados y algunos incluso abandonan la profesión. Esta crisis está golpeando a quienes dedican su vida a la salud de mascotas, y el Gobierno no parece entender la magnitud del problema.
Dueños Desesperados: Cuando el Sistema Falla
Para los dueños de perros, la situación es un tormento emocional y financiero. Antes, una visita al veterinario por una infección significaba salir con un antibiótico y la esperanza de recuperación. Hoy, con el Real Decreto 666-2023, te enfrentas a un proceso largo y caro: cultivos, análisis, más consultas. Si tu perro cojea, tiene fiebre o está débil, debes esperar, rezando para que aguante. Cuando el sistema falla, el dolor de ver sufrir a un ser querido es insoportable. Miles de familias están viviendo esta pesadilla, y el Gobierno parece ajeno a su sufrimiento.
Además, los costos se disparan. No todos pueden pagar cientos de euros en pruebas, especialmente en tiempos económicos difíciles. La salud de mascotas se ha convertido en un privilegio, algo que contradice los valores de justicia que este Gobierno dice defender. Algunos dueños, desesperados, buscan medicinas para mascotas por su cuenta, alimentando el mercado negro y empeorando el problema de las resistencias. Esta ley, en lugar de proteger, está creando más caos y desigualdad.
Un Gobierno que Ignora el Clamor Popular
El impacto del Real Decreto 666-2023 va más allá de los perros y los veterinarios en España: es un ataque a la confianza de los ciudadanos. Esta norma fomenta el abandono, porque un dueño sin recursos puede sentirse obligado a dejar a su perro a su suerte. Otros, en un acto de desesperación, recurren a soluciones ilegales, comprando antibióticos para perros sin control. Es una ironía cruel: una ley diseñada para prevenir resistencias las está acelerando por su falta de sentido práctico.
Desde Moncloa, las respuestas son insuficientes: promesas vagas de “revisión” y un silencio ensordecedor ante las protestas. Los titulares grandilocuentes no curan perros ni calman a dueños furiosos. Los perros no votan, pero los ciudadanos sí, y este desprecio podría tener consecuencias. El Gobierno parece más interesado en su imagen que en resolver una crisis que afecta a miles de hogares y al bienestar animal en España.
Es Hora de Actuar Contra Este Real Decreto 666/2023
El Real Decreto 666-2023 no puede seguir así. Los veterinarios en España, las asociaciones de bienestar animal y los dueños exigen cambios urgentes: menos burocracia, más flexibilidad y soluciones reales. Si esta ley no se modifica o deroga, el daño será irreparable. ** Cada día que pasa, más perros están en peligro**, y la próxima víctima podría ser tu mascota. Es hora de que el país se levante y diga basta a esta normativa que está destrozando vidas, tanto humanas como animales.
La salud de mascotas no es negociable, y España merece líderes que lo entiendan. Este no es solo un problema de perros; es una cuestión de empatía, responsabilidad y justicia. Hagamos ruido, apoyemos a los profesionales veterinarios y luchemos por un futuro donde nuestras mascotas no paguen el precio de la ineptitud. El tiempo de actuar es ahora.


